AI-Mind es un proyecto de 5 años, comenzando el 1 de marzo de 2021, financiado por la Unión Europea en el programa Horizonte 2020 y con el objetivo de facilitar un cambio de paradigma en la práctica clínica. AI-Mind creará herramientas digitales inteligentes para la detección de las alteraciones en la conectividad cerebral y la estimación del riesgo de demencia en personas afectadas por deterioro cognitivo leve (DCL), una fase temprana de la enfermedad de Alzheimer.
El proyecto está coordinado en España por Fernando Maestú, Director del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Computacional del CTB.
Durante la duración del proyecto, AI-Mind desarrollará dos nuevas herramientas digitales basadas en inteligencia artificial. El AI-Mind Connector identificará redes cerebrales disfuncionales y el AI-Mind Predictor evaluará el riesgo de demencia combinando datos proporcionados por el Connector, pruebas cognitivas avanzadas y biomarcadores genéticos. Estas dos herramientas se integrarán en una plataforma de diagnóstico inteligente capaz de identificar tanto las alteraciones de la red cerebral como el riesgo de demencia, creando informes personalizados de pacientes y recomendaciones de intervención.
Actualmente más de 50 millones de personas viven con demencia en todo el mundo. Para 2030 se espera que esa cifra alcance los 82 millones. Además, el proceso de diagnóstico requiere un complejo conjunto de procedimientos, conlleva mucho tiempo, y el resultado suele tener una baja capacidad predictiva del riesgo de desarrollo de demencia; por tanto, actualmente las opciones de tratamiento se centran únicamente en paliar los síntomas, con numerosas implicaciones en términos de costos familiares, médicos y de atención.
Retrasar el declive que causa la demencia reducirá significativamente los costos médicos y sociales generales para los pacientes, y disminuirá la presión sobre los sistemas de salud públicos y las compañías de seguros. Diversos estudios han demostrado que el coste promedio (costes médicos, no médicos e indirectos) para las personas con demencia, son más altos que para personas sin demencia. No obstante, con frecuencia se subestima la carga económica derivada de la demencia, ya que muchos componentes no obvios, como los costes directos no médicos y los costes indirectos, no se suelen incluir en las estimaciones.
Es posible reducir el riesgo de demencia adoptando hábitos de estilo de vida saludables y controlando afecciones tratables como son la diabetes y la hipertensión arterial. Gracias a las herramientas que se desarrollarán en AI-Mind, el tiempo para hacer un diagnóstico, que con las tecnologías actuales puede llevar varios años, podría reducirse a solo una semana. Esto proporciona, tanto a médicos como a pacientes, una valiosa ventana temporal para aplicar intervenciones novedosas y terapias de rehabilitación en las fases más tempranas del curso de la enfermedad.
Con la tecnología disponible actualmente, muchos pacientes reciben su diagnóstico después del inicio de la demencia, cuando ya es posible que no exista la oportunidad de iniciar terapias preventivas. Para las personas con DCL, el riesgo de demencia es casi un 30% más alto que las personas sin esta dolencia. Por lo tanto, necesitamos herramientas de diagnóstico efectivas que permitan la evaluación temprana del riesgo de demencia para las personas con DCL, abriendo las puertas a intervenciones que puedan evitar este desenlace.
Los actuales métodos de detección del DCL, complejos, laboriosos, costosos y con poca capacidad predictiva, serán reemplazados por herramientas de detección de diagnóstico completamente automatizadas. Muchas de estas herramientas estarán impulsadas por inteligencia artificial, de forma que sea posible abordar la urgente necesidad de un diagnóstico temprano y preciso, así como la predicción de riesgos.
El proyecto AI-Mind, coordinado por Noruega, ha recibido una importante financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea en virtud del acuerdo de subvención 964220. AI-Mind es una acción de investigación e innovación (RIA), con un periodo de desarrollo de cinco años, y que comienza oficialmente en marzo de 2021, con un presupuesto total de 14 millones de euros.
Quince socios del proyecto, procedentes de ocho países europeos, incluidas instituciones académicas, centros médicos, PYMEs y organizaciones de pacientes, forman el consorcio AI-Mind: la Universidad de Tallin en Estonia; la Universidad Aalto y el Hospital Universitario de Helsinki en Finlandia; el Hospital Universitario de Oslo, BrainSymph AS, DNV-GL, y la Universidad Metropolitana de Oslo en Noruega; el Instituto Científico de Investigación, Hospitalización y Atención Sanitaria San Raffaele Pisana, Neuroconnect Srl, Università Cattolica del Sacro Cuore en Italia; el Centro Médico Universitario Radboud en los Países Bajos; Alzheimer Europa en Luxemburgo; la Universidad Complutense de Madrid, Universidad Politécnica de Madrid, La Universidad de la Laguna como colaborador externo de la UCM y las empresas Lurtis en España; y Accelopment Schweiz AG en Suiza.
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